"El niño es el padre del hombre", decía Wordsworth, y es verdad. El niño que fuimos, es decir, el peso de nuestra infancia, nos persigue durante toda nuestra vida; y los octogenarios, al morir, con las manos ya crispadas sobre el embozo, a menudo llaman a su madre como si fueran críos. La niñez es nuestra horma o nuestra cárcel.
Saturday, April 23, 2011
Sunday, April 17, 2011
Sunday, April 10, 2011
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