Soy una incomprendida. Alguien raro en un mundo de normales, o la única normal en un mundo de raros. Soy una de esas personas que se pregunta cosas que a la mayoría de gente le da igual, que concede importancia a algo que los demás ignoran, y que ignora por qué extraño motivo el mundo concede tanta importancia a determinadas cosas. También soy un poco loca, o considerando quizás la proporción en el mundo, ustedes son los locos y no yo.

Thursday, May 31, 2012

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"(...) ¿De verdad es una buena cualidad el no dejarme influenciar? ¿Está bien que siga casi exclusivamente el camino que me indica la conciencia?

A decir verdad, no puedo imaginarme que alguien diga «Soy débil» y siga siéndolo. Si uno lo sabe, ¿por qué no combatirlo, por qué no adiestrar su propio carácter? La respuesta fue «¡Es que es mucho más fácil así!». La respuesta me desanimó un poco. ¿Más fácil? ¿Acaso una vida comodona y engañosa equivale a una vida fácil? No, no puede ser cierto, no es posible que la facilidad y el dinero sean tan seductores.

Tantas veces me he imaginado lo bonito que sería que alguien depositara en mí su confianza, pero ahora que ha llegado el momento, me doy cuenta de lo difícil que es identificarse con los pensamientos de la otra persona y luego encontrar la mejor solución  a sus problemas. Sobre todo dado que «fácil» y «dinero» son conceptos totalmente ajenos y nuevos para mí.

Él está empezando a apoyarse en mí, y eso no ha de suceder bajo ningún concepto. Es difícil valerse por sí mismo en la vida, pero más difícil aún es estar solo, teniendo carácter y espíritu, sin perder la moral.

Estoy flotando un poco a la deriva, buscando desde hace muchos días un remedio eficaz contra la palabra «fácil», que no me gusta nada. ¿Cómo puedo hacerle ver que lo que parece fácil y bonito, hará que caiga en un abismo, en el que ya no habrá amigos, ni ayuda, ni ninguna cosa bonita, un abismo del que es prácticamente imposible salir?

Todos vivimos sin saber por qué ni para qué, todos vivimos con la mira puesta en la felicidad, todos vivimos vidas diferentes y sin embargo iguales. A todos nos han educado en un buen ambiente, podemos estudiar, tenemos la posibilidad de llegar a ser algo en la vida, tenemos motivos suficientes para pensar que llegaremos a ser felices, pero... nos lo tendremos que ganar a pulso. Y eso es algo que no se consigue con facilidad. Ganarse la felicidad implica trabajar para conseguirla, y hacer el bien y no especular ni ser un holgazán. La holgazanería podrá parecer atractiva, pero la satisfacción sólo la da el trabajo.

No comprendo a la gente a la que no le gusta el trabajo, pero lo mismo me pasa con él, que no tiene ninguna meta fija y se cree demasiado ignorante e inferior como para conseguir cualquier cosa que se pueda proponer. Pobre chico, no sabe lo que significa poder hacer felices a los otros, y yo tampoco puedo enseñárselo. No tiene religión, se mofa de Jesucristo, usa el nombre de Dios irrespetuosamente; aunque yo tampoco soy ortodoxa, me duele cada vez que noto lo abandonado, lo despreciativo y lo pobre de espíritu que es.

Las personas que tienen una religión deberían estar contentas, porque no a todos les es dado creer en cosas sobrenaturales. Ni siquiera hace falta tenerle miedo a los castigos que pueda haber después de la muerte; el purgatorio, el infierno y el cielo son cosas que a muchos les cuesta imaginarse, pero sin embargo el tener una religión, no importa de qué tipo, hace que el hombre siga por el buen camino. No se trata del miedo a Dios, sino de mantener alto el propio honor y la conciencia.

¡Qué hermoso y bueno sería que todas las personas, antes de cerrar los ojos para dormir, pasaran revista a todos los acontecimientos del día y analizaran las cosas buenas y malas que han cometido! Sin darte casi cuenta, cada día intentas mejorar y superarte desde el principio, y lo más probable es que al cabo de algún tiempo consigas bastante. Este método lo puede utilizar cualquiera, no cuesta nada y es de gran utilidad. Porque para quien aún no lo sepa, que tome nota y lo viva en su propia carne: ¡una conciencia tranquila te hace sentir fuerte!.
Tu Ana M. Frank"

Wednesday, May 30, 2012

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Cómo me gusta ser tan poco rencorosa y quedarme siempre con lo mejor de las personas. ¡Aprendo tanto de ellas! Me aportan todas pequeños pedazos que después junto y mezclo y de los cuales extraigo una enorme lista de grandes cosas. Realizo una especie de síntesis formada por un poco de cada uno y me la guardo para mí, y aseguro que le saco mucho provecho. Luego hay personas tan insulsas y aburridas, tan desgarbadas y corrientes, de las que no aprendo nada, o a las que quizá por cualquier circunstancia no he conseguido exprimir todo el jugo, no sé, pero eso me da pena. Me daría pena ser alguna de esas personas que ni siquiera dejan un minúsculo recuerdo en tu memoria. Y luego también hay personas tan malas, tan interesadas y tan hipócritas, que yo misma me encargo de estar segura de que están bien alejadas de mí. Y a las que aunque pudieran, ni siquiera dejaría formar parte de mis recuerdos o de esas cosas tan geniales que aprendo. Muchas veces he oído que a las personas mayores, cuando miran atrás y hacen un pequeño balance de todo, les suele costar demasiado soportar el peso de las cosas 'malas' que les han sucedido. Y enseguida me centro en mí y pienso y me auto-garantizo que jamás me ocurrirá algo así. ¡Jamás dejaré que el recuerdo de algo malo domine sobre el resto de cosas buenas que me hayan sucedido! De hecho, jamás permitiré que mi memoria retenga un recuerdo malo. Lo guardaré siempre todo de la más positiva manera posible. 

Tuesday, May 29, 2012

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"(...) Debo seguir estudiando, para no ser ignorante, para progresar, para ser periodista, porque eso es lo que quiero ser. Me consta que sé escribir. Algunos cuen­tos son buenos; mis descripciones de la Casa de atrás, humorísti­cas; muchas partes del diario son expresivas, pero... aún está por ver si de verdad tengo talento. Yo misma soy mi mejor crítico, y el más duro. Yo misma sé lo que está bien escrito, y lo que no. Quienes no escriben no saben lo bonito que es escribir. 

Antes siempre me lamentaba por no saber dibujar, pero ahora estoy más que contenta de que al menos sé es­cribir. Y si llego a no tener talento para escribir en los periódicos o para escribir libros, pues bien, siempre me queda la opción de escribir para mí misma. Pero quiero progresar; no puedo imagi­narme que tuviera que vivir como mamá, la señora Van Daan y to­das esas mujeres que hacen sus tareas y que más tarde todo el mundo olvidará. Aparte de un marido e hijos, necesito otra cosa a la que dedicarme. No quiero haber vivido para nada, como la mayoría de las personas. Quiero ser de utilidad y alegría para los que viven a mi alrededor, aun sin conocerme. ¡Quiero seguir vi­viendo, aun después de muerta! Y por eso le agradezco tanto a Dios que me haya dado desde que nací la oportunidad de ins­truirme y de escribir, o sea, de expresar todo lo que llevo dentro de mí. 

Cuando escribo se me pasa todo, mis penas desaparecen, mi va­lentía revive. Pero entonces surge la gran pregunta: ¿podré escri­bir algo grande algún día? ¿Llegaré algún día a ser periodista y es­critora? ¡Espero que sí, ay, pero tanto que sí! Porque al escribir puedo plasmarlo todo: mis ideas, mis ideales y mis fantasías."

Ana Frank

Monday, May 28, 2012

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Qué sabréis vosotros de mí. Qué sabréis vosotros acerca de lo que verdaderamente pienso. Qué sabréis de cómo me siento. Qué sabréis de lo que pasa por mi cabeza, de si realmente mis palabras son concorde a mis sentimientos. Cómo podéis identificar que no os miento, que no oculto esa parte más vulnerable de mí hacia vosotros. Cómo diferenciáis que no me contengo las lágrimas, que no encierro emociones, impulsos y sentimientos, que no les permito brotar para no entorpecer más lo que os rodea. Cómo podéis saber lo que cuesta sacar a relucir mi orgullo para no dejaros ver esa cara indefensa, dolida, ofendida, rota... que aguarda en el lugar más intrínseco de mí y que a veces solo en soledad consigo solventar. Cómo podríais entender lo que cuesta aguantar las ganas de correr hacia no sé donde y de gritar para nadie y gritar para todos infinitas cosas. Y qué conseguiré yo y qué conseguiréis vosotros camuflando esa parte tan humana que tanto engrandece a las personas. ¿Acaso nos produce satisfacción? ¿Acaso nos sentimos mejor? ¿Acaso nos sentimos más fuertes? ¿No sería preferible volver a meter el orgullo en una cajita y cerrarla para siempre? ¿No sería increíblemente mejor sentirnos desahogados, guardar tranquilos en nuestra conciencia que todos y cada uno tienen conocimiento de todo aquello que sentimos hacia ellos? ¿No seríamos más felices así? ¿No sería más fácil?

Sunday, May 27, 2012

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"Sé muy bien que he sido yo quien lo ha conquistado a él, y no a la inversa. Me he forjado de él una imagen de ensueño, lo veía como a un chico callado, sensible, bueno, muy necesitado de cariño y amistad. Yo necesitaba expresarme alguna vez con una persona viva. Quería tener un amigo que me pusiera otra vez en camino, acabé la difícil tarea y poco a poco hice que él se volviera hacia mí. Cuando por fin había logrado que tuviese sentimientos de amistad para conmigo, sin querer llegamos a las intimidades que ahora, pensándolo bien, me parecen fuera de lugar. Hablamos de las cosas más ocultas, pero hasta ahora hemos callado las que me pesaban y aún me pesan en el corazón. (...)"

Thursday, May 24, 2012

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"El placer no está en follar. A mí no me atrae un buen culo, ni un par de tetas; bueno..., no es que no me atraigan, claro que me atraen, ¡me encantan! pero no me seducen. Me seducen las mentes, me seduce la inteligencia, me seducen una cara y un cuerpo cuando veo que hay una mente que los mueve que vale la pena conocer. Conocer, poseer, dominar, admirar. Yo hago el amor con las mentes. ¡Hay que follarse a las mentes!."

Monday, May 21, 2012

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"Saber para qué vivimos no tiene mucho misterio. Vivimos para dejar recuerdos, es nuestra única misión en la vida. Recuerdos que luego inspirarán la vida de otros. Vidas que a veces llegamos incluso a engendrar, pero eso es circunstancial, porque no siempre ocurre. Al final, una persona que no deja recuerdos, es una persona que, a efectos morales y emocionales, jamás nació."

Tuesday, May 15, 2012

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Cuántas veces celebramos un cumpleaños, una victoria, una fecha con tu pareja, un nacimiento, un aniversario, alguna fiesta, días que señala el calendario, unas vacaciones, un aprobado, el fin de algo que ha supuesto mucho trabajo… 

Cuántas veces olvidamos celebrar lo que tenemos a diario, lo que en un principio no parece resultar excepcional, lo que más bien consideramos monotonía. Cuántas veces olvidamos valorar todos esos pequeños momentos que forman nuestro presente y que poco a poco construyen nuestro futuro. Cuántas veces olvidamos el enorme peso que ejercen las acciones y los consejos de quienes nos rodeamos. Cuántas veces olvidamos darnos cuenta de las grandes personas que tenemos día a día a nuestro lado, a quienes hemos podido elegir nosotros mismos. Cuántas veces olvidamos celebrar la amistad. 

En muchísimas ocasiones lo he visto todo oscuro, no he encontrado la manera de salir de algo, me he visto desorientada, sola, triste, deprimida, y sin ni siquiera tener que hacer un chasquido de dedos, como si de un hada madrina se tratase, ahí estaban todas ellas, todas ellas y ellos también, para recordarme lo maravilloso que resulta el simple hecho de abrir los ojos cada mañana y tener un día más de vida por delante, lo maravilloso que es poder disfrutar de horas y horas en su compañía, lo maravilloso que es reír y llorar juntos. Lo fascinante que resulta la vida si están contigo, aunque sea sin decir nada, simplemente ahí, a tu lado. Diciéndote sin pronunciar una sola palabra que eso siempre será así, que bajo ningún concepto vas a notar la ausencia de ellos si los necesitas. 

Los amigos no son una cosa cualquiera, no son algo de lo que se pueda alardear fácilmente con total seguridad. Los amigos son los tesoros que inconscientemente buscamos entre montones de basura y que finalmente encontramos. Son seguramente la joya más cara, pero por el contrario no los podemos comprar. Y como bien dice no sé exactamente quien: la vida sin amigos no es vida. 

Y mi vida sin Elena no sería vida.

Monday, May 14, 2012

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"Si busco en mis recuerdos los que me han dejado un sabor duradero, si hago balance de las horas que han valido la pena, siempre me encuentro con aquellas que no me procuraron ninguna fortuna."

Thursday, May 10, 2012

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Un día aprendí que, puede que sean las cuerdas vocales situadas en nuestra garganta las que emiten los sonidos que acaban convirtiéndose en palabras que vomitamos por la boca, pero que realmente quien habla es el corazón. 
 Y en este trayecto corazón - garganta, se encuentra un aparatito que en ocasiones se activa, y cuya función es tergiversar al completo todo aquello que recibe de nuestro corazón. Y es por eso, por lo que las personas a veces sienten y quieren decir ciertas cosas, pero cuando abren la boca parece que demuestran todo lo contrario.
 Es a ese aparatito, al que inconscientemente le otorgamos el mayor poder sobre nuestras palabras. El único capaz de cambiar, qué sé yo, el más profundo "te quiero" pronunciado por nuestro corazón, por el más asqueroso "te odio" que finalmente expulsamos por la boca.

Wednesday, May 2, 2012

Photobucket "Chico no conoce a chica. Así empiezan realmente casi todas las historias de amor. Y así suelen permanecer, con suerte, durante mucho tiempo. De hecho, la mayoría de relaciones se acaba precisamente cuando chico conoce a chica, o viceversa. 
Frente a un amor aristotélico y empírico, basado en la observación, el dato y la experiencia, la vida se encarga de enseñarnos que cualquier amor que se precie comienza siendo, de algún u otro modo, intuitivo y, por lo tanto, platónico. 
Frases como «tenemos tanto en común», «estamos hechos el uno para el otro» o «eres todo lo que siempre busqué» se han convertido en expresiones aceptadas y populares, pero no por ello dejan de ser tramposas, engañosas y falsas. 
Nos han vendido un amor por secuencias solo de seducción que juntas jamás duran más de noventa minutos. Para bien y para mal. 
Y la verdad es que las cosa no se rigen por este metraje. Las decisiones más transcendentales y maravillosas de esta vida funcionan pura y simplemente por intuición. Luego las racionalizamos, las convertimos en modelo y, lo peor, tratamos de replicarlas. Pero no es así. El azar es a los hechos lo que la intuición a las personas. Una fuerza incontrolable que domina y zarandea nuestras vidas, las hace imprevisibles y, por suerte, algo interesantes, pero que, afortunadamente, escapa a la razón. 
Si tuviera que envidiar algo de aquí, sería la juventud, pero no entendida como belleza ni como energía potencial, ni siquiera como falta de experiencia, sino más bien como primer momento de nuestras vidas en el que se nos impone una verdadera dictadura de la intuición. 
A partir de ahí, no hacemos más que cagarla."