-Si está esto lleno de flores... ¡Madre, qué guapas!
+Cógeme un ramo. Aunque no las veo, me gusta tenerlas en mi mano. Se me figura que las oigo.
-Eso sí que es gracioso.
+Paréceme que teniéndolas en mi mano me dan a entender, no puedo decirte cómo, que son bonitas. Dentro de mí hay una cosa, no puedo decirte qué, una cosa que responde a ellas. ¡Ay! Nela, se me figura que por dentro yo veo algo.
-¡Oh!, sí, lo entiendo... como que todos los tenemos dentro. El sol, las hierbas, la luna y el cielo grande y azul, lleno siempre de estrellas; todo, todo lo tenemos dentro; quiero decir que, además de las cosas divinas que hay fuera, nosotros llevamos otras dentro. Y nada más... Aquí tienes una flor, otra, otra, seis: todas son distintas. ¿A que no sabes tú lo que son las flores?
+Pues las flores son... unas como sonrisillas que echa la tierra. La verdad, no sé mucho del reino vegetal.
-¡Madre divinísima, qué poca ciencia! Las flores son las estrellas de la tierra.
+Vaya un disparate. ¿Y las estrellas, qué son?
-Las estrellas son las miradas de los que se han ido al cielo.
+Entonces las flores...
-Son las miradas de los que se han muerto y no han ido todavía al cielo. Los muertos son enterrados en la tierra. Como allá abajo no pueden estar sin echar una miradilla a la tierra, echan de sí una cosa que sube en forma y manera de flor. Cuando en un prado hay muchas flores, es porque allá, en tiempos atrás, enterraron en él muchos difuntos.
+No, no. No creas desatinos. Nuestra religión nos enseña que el espíritu se separa de la carne y que la vida mortal se acaba. Lo que se entierra, Nela, no es más que un despojo, un barro inservible que no puede pensar, ni sentir, ni tampoco ver.
-Eso lo dirán los libros, que, según dice la Señana, están llenos de mentiras.
Me encanta como vistes y tu blog, como te digo siempre jajajaja
ReplyDeleteUn beso desde http://welovestylee.blogspot.com/