Antes he mirado el móvil y me he quedado embobada contemplando mi fondo de pantalla, una imagen de mi último día en la playa de San Juan, antes de venir aquí. Mi preciada playa, que se despidió regalándome un día nublado y con mucho oleaje, de los que más me gustan a mí. Y es que si algo voy a echar mucho de menos de la ciudad en la que he vivido dieciséis años de vida, es eso, mi querida playa, mi querido mar, la enorme compañía y tranquilidad que me han dado estos últimos meses. Casi me entran ganas de llorar al recordar que en Madrid por mucho que ande nunca podré toparme con ese horizonte azul que a veces se pierde y hasta se confunde con el cielo, ni podré cerrar los ojos y escuchar las olas romper y acercarse paulatinamente a la orilla a saludarme para luego volver a meterse mar adentro, bueno, nunca tampoco, siempre existe la opción de caminar durante más de 450 kilómetros y llegar a la costa, pero creo que es una idea que descarto. Al menos sé que ella esta allí, esperando, que no se va a mover. Ella, mi playa, la que jamás, por más que quiera, va a dejarme de lado. (...)
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¿Cuál es la segunda canción de tu blog?
ReplyDeleteLoli Jackson - Dover, en acústico!
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